La jornada de ayer, contó, además con una grata sorpresa. Una charla de motivación, al más puro estilo coaching para levantar ánimos y cargarnos de energía positiva. Las buenas vibraciones inundan ahora el set de
Olemarac, el karma nos sonríe y, en algún lugar del mundo, Paulo Coelho se estremece del buen rollo que le llega.
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